Alojamientos para estancias largas en Cangas de Onís

Hemos pasado unos días en casa de Nerea y Jessica y todo ha sido perfecto: la casa con todo lo necesario, las camas comodísimas y muy limpio. Las anfitrionas un encanto las dos: nos han facilitado la llegada y la salida y nos han dado recomendaciones de lugares de la zona. Gracias a las dos por estas vacaciones, ha sido un gusto alojarnos en vuestra casa.

Hemos pasado unos días con nuestra perrita en casa de Belén. Sin duda, el mejor airbnb en el que hemos estado, empezando por la atención de Belén, los detalles que nos dejó en la casa antes de entrar (queso, huevos, y galletas de la zona), constantemente se preocupaba por que todo estuviese bien, etc. La casa impecable, con unas vistas increíbles. Buscábamos un viaje de desconexión y es lo que hemos encontrado. Liano y Encarnita, los vecinos de la casa, nos hicieron sentir como en casa, nos dejaron ordeñar sus vacas y estuvieron atentos en todo momento por si necesitábamos algo. Al rededor de la casa, hay un montón de sitios para recorrer, rutas preciosas, y pueblos muy bonitos. No tenemos ninguna queja de nuestra estancia. Lo recomendamos 100%. Gracias Belén por ser tan buena anfitriona 💚🌳 ojalá volvamos pronto 🍂🐮

Un apartamento encantador en una ciudad hermosa. Isabel fue una anfitriona estupenda, facilitando un registro de entrada anticipado y respondiendo a los mensajes muy rápidamente. No hubo problemas con el apartamento, aunque pensé (incorrectamente) que una de las duchas estaba rota. Isabel vino muy amablemente de inmediato para mostrarnos cómo funcionaba. ¡No podría recomendar lo suficiente la propiedad y la ciudad!

Tuvimos una estancia maravillosa en la casa de Ethel. Desde el primer momento fue encantadora, nos recibió con una sonrisa y nos hizo un tour por su finca explicándonos todo con muchísimo cariño. La casa es muy cómoda, está decorada con mucho gusto y tiene todo lo necesario para disfrutar y descansar. Lo mejor: las vistas espectaculares a la naturaleza, con el río justo al frente, un verdadero paraíso para desconectar. Repetiríamos sin dudarlo. ¡Gracias por todo, Ethel!