Situada en la costa norte de Providenciales, una de las islas Turcas y Caicos, Grace Bay es considerada por muchos como una de las mejores playas del mundo. De hecho, ha ganado varias veces el primer puesto en las votaciones organizadas por Condé Nast Traveler, TripAdvisor y el Huffington Post, entre otras publicaciones.

En cuanto avistes sus casi 5 kilómetros de arena blanca perdiéndose en el horizonte bañados por unas espectaculares aguas turquesas, seguro que no tardarás en estar de acuerdo con las encuestas.

Las Islas Turcas y Caicos están situadas al norte de República Dominicana y al este de Cuba y se consideran parte de las Indias Occidentales. Son un territorio británico de ultramar y tienen una población de solo 31 000 habitantes, 24 000 de los cuales viven en Providenciales (a la que algunos llaman «Provo»), que también es donde acuden la mayor parte de los visitantes. Muchos británicos, y sobre todo canadienses, se escapan aquí en invierno para disfrutar de sus playas soleadas. Además, Providenciales cuenta con muchos resorts exclusivos y lujosas villas frente al mar que te garantizarán esas vacaciones idílicas en el Caribe con las que siempre has soñado.

La mejor época para visitar este destino es de diciembre a abril, cuando sus cielos azules y sus aguas tranquilas contrastan más con el frío que recorre gran parte del hemisferio norte. Si prefieres venir en temporada baja, ten en cuenta que muchos restaurantes y empresas que organizan excursiones limitan sus horarios o cierran, así que investiga un poco antes de reservar para planificar bien tu viaje.

Una de las formas más relajantes de empezar el día en Grace Bay es pasear por la playa temprano por la mañana antes de que empiece a hacer demasiado calor. El tramo oriental de la playa es más tranquilo que el extremo occidental, que es donde están las tumbonas del Club Med y otros resorts de la zona. Sin embargo, mires por donde mires, siempre disfrutarás de un paisaje paradisíaco. El Flamingo Cafe está muy cerca del resort The Tuscany y es un lugar con mucho encanto para parar a tomarte un café por la mañana (o un ponche de ron si es más tarde).

Al estar protegida por uno de los arrecifes de coral más grandes del mundo, las aguas de Grace Bay son tan tranquilas y traslúcidas como las de una piscina. La visibilidad suele ser excelente, así que es un lugar perfecto para nadar y practicar snorkel. Si te apetece hacer una salida para practicar snorkel, uno de nuestros asesores de Luxury Retreats puede ayudarte a organizarla. Un bote vendrá a recogerte directamente a la orilla de tu villa frente al mar y te llevará hasta el arrecife para que puedas explorarlo. Durante la inmersión, seguramente veas alguna que otra tortuga, tiburones limón, peces loro y tal vez incluso un grupo de delfines.

Si acabas de iniciarte en el snorkel y no te entusiasma demasiado la idea de bucear en mar abierto o si te acompañan niños, es probable que prefieras hacer el itinerario de Bight Reef en Coral Gardens, justo al sur de Grace Bay. El recorrido está claramente indicado con boyas de color naranja intenso, y puedes nadar allí desde la orilla. Aunque es posible que no te encuentres delfines o tiburones, en él verás peces tropicales y puede que hasta tortugas.

Como en cualquier otra isla del Caribe, ver atardecer con un cóctel en la mano es uno de los grandes placeres de los que puedes disfrutar de vacaciones en Turcas y Caicos, y Grace Bay es uno de los mejores puntos de la isla para admirar este espectáculo natural. Algunos resorts de lujo, como el St. Regis y el Gansevoort, cuentan con elegantes bares a pie de playa a los que puedes llegar dando un paseo por la arena antes de cenar. Uno de nuestros favoritos es el Infiniti Bar del Grace Bay Club. La chimenea exterior y los faroles de mimbre le dan un aire muy balinés y sirven unos aperitivos tan ricos que casi puedes olvidarte de cenar.  

Aunque no cabe duda de que Grace Bay es la playa más importante de Providenciales, hay otros rincones de la isla que también merecen una visita. Uno de ellos es el puerto deportivo, donde podrás pasearte entre sus barcos y disfrutar de un café o un zumo recién exprimido frente al mar. Desde aquí salen excursiones en surf de remo y kayak para explorar los bosques de manglares de Mangrove Cay o de Little Water Cay, también conocida como la isla de las iguanas. En este cordón litoral, no verás ni rastro de ninguna persona ni una sola construcción, tan solo cientos iguanas que deambulan por el dique natural y acuden curiosas a conocer a los visitantes humanos que hacen una pequeña parada en su territorio.

Si eres más de actividades en tierra firme, la isla cuenta con un campo de golf que bien merece una visita y un club de tenis muy popular. El Provo Golf Club es conocido por ser uno de los campos más difíciles del Caribe y está abierto a todo el mundo. No hay restricciones en los horarios de salida, puedes alquilar equipación de Taylor Made, y el sol siempre te acompañará en cualquier lugar del campo. En el terreno, verás que hay varias depresiones llenas de agua que se han convertido en auténticos humedales. Puede que en ellos te encuentres algún que otro flamenco e incluso pelícanos.

Si quieres disfrutar de unas vacaciones en la costa para recordar, seguro que una de las villas a pie de la playa de Grace Bay es justo lo que andabas buscando. Estas espaciosas y lujosas propiedades tienen capacidad para 20 personas y cuentan con todo lo que puedes necesitar para vivir un auténtico retiro de relax. Aquí podrás refrescarte en tu piscina privada tras una mañana en el campo de golf. Además, tendrás el océano a solo unos pasos si te apetece coger algunas olas o enfundarte las gafas y el tubo de snorkel para explorar el mundo submarino que esconde (algunas villas incluyen estos materiales).

Si estás planeando tu boda y unas buenas vacaciones para después, Grace Bay puede ser un fantástico destino. Aquí contarás con los servicios de chefs, masajistas y todo lo que puedas necesitar para que no tengas que preocuparte de nada más que de disfrutar. Tú pide, ¡nosotros nos encargamos! Y, si a ti y a tu pareja os apetece un plan más activo, podemos organizar clases de tenis, excursiones en barco o alquilar materiales para que hagáis surf de remo o kayak. Además, ¿puede haber algo más romántico que caer dormidos cada noche con el murmullo del vaivén de las olas?