Alojamientos para estancias largas en Presa de Mata

execelente , muy bonito, vale la pena , super tranquilo para descansar, cumple con lo prometido, muchas gracias.

Mi sexto viaje a Guanajuato. Quedarse con María fue un placer. Inmediatamente me sentí como en casa. María estaba en el callejón para que supiéramos que habíamos llegado y consiguió ayuda para llevar mi equipaje al apartamento. La casa es preciosa, espaciosa, limpia y cómoda. Los vecinos la respetan. Te sientes bien atendido. Pinky, su perro pequeño, te da la bienvenida pero advierte a los demás.😇 María era como de la familia, le avisaba cuando estaba en casa por la noche. Se esfuerza mucho por mantener limpios los preciosos terrenos. Su inglés es bueno. «No te preocupes». Ella organizó un conductor para que me recogiera a las 6 de la mañana para llevarme al aeropuerto. En Alameda hay peatones, taxis, coches y motocicletas. En esta antigua ciudad de calles empedradas, los automovilistas son respetuosos; nunca tocan la bocina. A 3 minutos de mercados de productos agrícolas, carnicerías y restaurantes. A 5 minutos del vibrante Baratillo y el resto de la Zona Central: Jardín de la Unión, La Paz y el Mercado Hidalgo al norte, o Embajadoras y La Presa al sur. Los taxis son accesibles y baratos. Uber, combis y autobuses.

Nos quedamos 40 días en el apartamento de Guillermo y desde la llegada hacia el final nos sentimos muy como en casa. Se encuentra a poca distancia a pie del centro de Valenciana, con sus pequeñas tiendas y la gran iglesia. Al mismo tiempo, está en un barrio tranquilo junto a la Mina de Valenciana. Una de nuestras actividades favoritas era tomar el camino a través de la reserva natural hasta Guanajuato. Se tarda unos 30 minutos si no te detienes cada 100 metros en tomar una foto del escenario. El lugar está decorado con buen gusto, es muy luminoso y abierto. Las vistas desde la terraza son impresionantes. No hubo muchos días en los que no tomamos una foto de la puesta de sol. Mocho, el perro de Guillermo, es uno de los perros más amables que hemos conocido. Vino a darnos compañía y siempre estuvo cerca para acompañarnos desde y hacia la puerta. Memo hizo todo lo posible para hacernos sentir bienvenidos. También es un gran chef y tiene muchas historias que contar. Ya echamos de menos el lugar y esperamos volver pronto.

Este lugar es encantador, limpio y muy seguro. También hay un grifo con agua POTABLE en el departamento, y una vez que veas lo montañosa que es esta ciudad, entenderás lo valioso y conveniente que es. Hay un restaurante a dos puertas y un mercado en la plaza a dos cuadras de distancia. El distrito histórico y toda la diversión están a solo un par de cuadras. El agua en la ducha está CALIENTE y el WIFI funciona muy bien. Robert es muy comunicativo y súper servicial. Sin embargo, tal vez traigas tus mejores zapatos para caminar para todas las colinas y algunos tapones para los oídos para dormir...porque hay bandas tradicionales de mariachis los siete días de la semana aquí. ¡A Guanajuato le gusta ir de fiesta! Te ENCANTARÁ este lugar. Votaría seis estrellas si pudiera.