Alojamientos para estancias largas en Restone

La cabaña con campo de Francesco y Laura es muy agradable, rodeada de olivos y naturaleza. Un entorno muy agradable y perfecto para relajarse, pero también como base para visitar las bellezas de la Toscana. El alojamiento cuenta con todo lo necesario para una estancia, la chimenea es un verdadero placer para crear un ambiente romántico. Si tuviera que criticar algo, diría que la cama no es la más cómoda, pero, al ser un sofá cama (dado el contexto del espacio abierto) es absolutamente tolerable. El anfitrión Francesco nos recibió en persona e inmediatamente demostró ser muy amable y servicial para hacer que nuestra estancia fuera lo mejor. ¡Muy recomendado!

piera una perfecta anfitriona nos hizo sentir como en casa desde el primer momento en q nos recibió. nos dió presentes de despedida. agradecidos x todo!

¡Nuestra estadía fue absolutamente perfecta! El lugar estaba impecablemente limpio, acogedor y se veía exactamente igual que las fotos, aún mejor en persona. Lorenzo fue increíblemente servicial y nos proporcionó toda la información que necesitábamos para una estancia tranquila y agradable, incluso nos encontró una mesa en un restaurante local para encontrar algo para comer a medianoche(la cocina estaba cerrada). Una de las mayores ventajas para nosotros fue el espacio de estacionamiento privado, lo que nos dio gran tranquilidad ya que viajábamos con motocicletas. Hizo toda la diferencia saber que nuestras bicicletas estaban seguras durante la noche. ¡Recomendamos este alojamiento a cualquiera y nos encantaría quedarnos de nuevo!

Mi estancia fue extremadamente cómoda y agradable. Cama cómoda, baño y ducha amplios y una cocina bonita. Me sentí como en casa. La ubicación está justo en el precioso centro histórico con excelentes negocios, cafeterías y muy cerca de la plaza. Si te parece bien subir tres tramos de escaleras, estarás encantado. El apartamento estaba un poco oscuro por la noche, pero en realidad me gustó así. Muy relajante. Lo recomiendo ampliamente. ¡Gracias, Marco!