Alojamientos para estancias largas en San Agustín del Guadalix

Nos ha encantado el alojamiento. Un jardín y una casa muy bonita y acogedora perfecta para un grupo de 9-10 personas, con mucho menaje de cocina. Nosotros fuimos 9 y estuvimos realmente cómodos, el salón es muy amplio. La casa estaba muy calentita cuando llegamos, algo que se agradece enormemente y más en estas fechas. En el caso de las habitaciones del fondo los radiadores no terminaban de calentar del todo pero avisamos a José y en nada se acercaron a ver qué pasaba y pusieron unos radiadores electrónicos por lo que problema resuelto. Solo señalar que había dos dormitorios que no tenían ventana y a uno de ellos se pasaba a través del dormitorio principal. Para nosotros no fue un problema porque no hacíamos vida en la habitación. Muchas gracias!

Llevo algunos años alojandome fuera de mi casa. Y la verdad que en este alojamiento nos hemos sentido como en nuestra casa. Todo está puesto con mucho cariño y dedicación. A la casa no le falta un detalle. Genial.

Mi estancia en este lugar fue muy agradable en general. El espacio estaba muy limpio y en buen estado, con una sensación ordenada y organizada en todas partes. Es evidente que los anfitriones se enorgullecen de mantener el lugar en excelentes condiciones, y se mostró en la atención al detalle. Las áreas de estar, cocina y baño estaban impecables y acogedoras. Era evidente que se cuidaba mucho el mantenimiento y la limpieza regulares de esta propiedad. Recomendaría la ubicación a otros. El orden del espacio, junto con los anfitriones amables y complacientes, hicieron que la experiencia fuera muy agradable en general. Gracias, Helena.

Nos dieron una cálida bienvenida Diana y su hijo Brayan. El alojamiento está limpio, cómodo, y hemos podido disfrutar de nuestra privacidad a pesar de su presencia discreta en la casa. Se ven muy poco, pero se siente su amabilidad a través de cada detalle. La casa es hermosa, decorada con cuidado y mucho amor — se siente un verdadero calor humano. Para nosotros, la verdadera belleza del lugar son ellos: Diana y Brayan, dos personas de gran amabilidad. Realmente nos sentimos como en nuestra propia casa. Al final de la estancia, teníamos la impresión de salir de una casa familiar. Gracias de todo corazón, Diana y Brayan. Volveremos, inchallah.