Alojamientos para estancias largas en Sarapiqui

¡Recomendamos el 200% la casa de la selva de Rocío y Edger a cada persona que visite Costa Rica! ¡Nos encantó todo! En primer lugar, cuando hicimos una reservación, les enviamos un mensaje para decirles que nos gustaría llegar en transporte público. Nos respondieron en breve con la información. Gracias a su ayuda, llegamos sin problemas, incluso pensé que era antes de verificar la hora, ya estaban allí para darnos la bienvenida. ¡La leche de melón como bebida de bienvenida era súper fresca y sabrosa! ¡Nos salvó del calor! La habitación estaba bonita, limpia y cómoda con todo lo que necesitamos. Las sonrisas de Rocio y Edger trajeron paz a nuestra mente y corazón y nos sentimos como en casa. Rocio guió en el jardín y nos contó mucho sobre las plantas y los animales allí. Podríamos encontrar tucanes, monos, jeans azules y otros animales con su ayuda. Y por la mañana, había colibrís volando alrededor de la terraza mientras teníamos un maravilloso desayuno costarricense, ¡súper delicioso! ¡Fue una estadía perfecta! ¡Muchas gracias!

Naturalmente hablando no se puede pedir más... El famoso Río Pozo Azul accesible con muy pocos pasos desde la propiedad, una pequeña quebrada de aguas cristalinas dentro de un magnífico bosque secundario completamente privado qué puede ser recorrido por sus senderos tanto de día como de noche. Amplia propiedad, con lindos jardines y una cabaña rustica qué ofrece todo lo necesario para el descanso.

Tuvimos una estancia encantadora en casa de Keilor. La casa es hermosa, lujosa y muy limpia, tiene todo lo que necesitas para quedarte bien durante unos días. El jacuzzi es un gran lujo y ofrece hermosas vistas al campo. A diferencia de otras casas, lo encontramos muy tranquilo aquí y el dormitorio era agradable y oscuro, lo que es muy agradable para tu noche de sueño. Keilor ha hecho su propia plataforma de observación de aves donde puedes ver muchas aves diferentes y también fotografiarlas bien. También da excelentes consejos para la zona. Nos hubiera encantado quedarnos más tiempo.

Pasamos dos noches inolvidables en una cabaña perfectamente equipada, diseñada para cuatro personas, lo que la hizo muy espaciosa para nosotros. Rodeados por el bosque, nos meció una sinfonía de cantos de pájaros y los sonidos relajantes de la naturaleza, haciéndonos sentir más cerca de los animales. Wendy nos hizo descubrir una increíble diversidad de aves y organizó para nosotros actividades memorables, como un paseo a caballo y una iniciación al descubrimiento del cacao. También disfrutamos de la deliciosa cocina de Rita, que nos sirvió directamente en nuestro chalet, una atención especialmente apreciable. La auténtica amabilidad de esta familia nos conmovió: comparten con pasión su entorno y ofrecen una experiencia excepcional. ¡Muchas gracias por esta estancia fuera de lo común!