Alojamientos para estancias largas en Topares

Hemos estado como en casa, Juan un encanto, atento a cada cosa y el apartamento estaba impecable. Nos dejó café y unos pastelitos de panadería, muy agradecidos. También nos proporcionó restaurantes cercanos y muchas cosas de interés turístico. En cuanto al aparcamiento, es fácil encontrar sitio y mas llegando un jueves, hay mucho sitio al alrededor. Si tuviera que poner alguna “queja” (sugerencia) sería que no tenía cortinas, al ser ventanales enteros era un poco incómodo. Por todo lo demás un 10 de 10, si tenemos que volver a Caravaca sin duda repetiríamos.

Tuvimos un poco de molestia en encontrar la ubicación, ya que es remota, pero wow valió la pena la espera. Situada a 7 km de Velez-Blanco, la ubicación es impresionante, tranquila y silenciosa, la casita es perfecta con todos los servicios que podrías pedir, y Teresa fue la anfitriona perfecta con muchas recomendaciones locales para caminar y comer. Me encantaría volver, ya que dos noches simplemente no fueron suficientes para explorar, hay mucho que ver.

Si bien puede que haya alojamientos que estén perfectos, en este caso he valorado más otros aspectos como la ubicación, la tranquilidad, el sentirnos como en un pueblo justo al lado del paseo fluvial y del casco histórico y, sobre todo, la atención de Manuel el anfitrión, simplemente por ello os lo recomiendo; es como llegar a casa de un amigo. Todo son facilidades y soluciones a las dudas que se le pueden presentar a cualquier viajero que llega al pueblo. La vivienda es rústica pero reformada, en dos alturas y con tres dormitorios. Las camas muy confortables. No hay grandes lujos pero tiene todo lo necesario para una estancia en un entorno rural. Se puede aparcar en la misma puerta. Es muy de agradecer que Manuel nos obsequió con vino de la zona, cerveza y cosas para el desayuno. Sin duda repetiré.

limpieza al máximo, buena calefacción a pesar del frío