Alojamientos para estancias largas en Piloña

Hemos estado muy a gusto en el alojamiento. Localización tranquila, en un entorno espectacular y totalmente independiente y privado. La casa es tal y como se describe en el anuncio, está limpia, el jardín muy cuidado y con toallas y mantas de sobra. El baño es muy nuevo y todos funciona muy bien. Por poner un pero, aunque tiene calefacción como indica en el anuncio, en el salón no hay, sino que tienes que encender la chimenea. Los calefactores están en las habitaciones y el baño. Esto hay que tenerlo en cuenta en épocas frías. Pero sin duda, recomendaría el alojamiento, es pura calma y tranquilidad y está bien equipado. Y, en poco rato y a través de una buena carretera, estás en los Lagos, Ribadesella, Llanes y otras zonas de la costa y Oviedo, luego es un buen sitio para tenerlo como base y poder descansar al regresar de las excursiones.

Pasamos unos días maravillosos en el alojamiento. Belén fue una anfitriona excepcional, incluso nos recibió con un pastel y estuvo siempre pendiente de que no nos faltara nada. Nos recomendó sitios geniales para visitar y comer. El alojamiento es perfecto para desconectar en plena naturaleza, tranquilo y muy acogedor. Todo fue positivo. Sin duda volveremos cuando podamos y lo recomendamos al 100%.

El pueblo bastante tranquilo y demasiado campo para poder hacer una ruta o pasear. La casa era confortable, tenía de todo y se estaba muy bien y caliente para el espacio enorme que tenía la casa. Ojalá haber aprovechado la barbacoa y el jardín que tenía. Llevamos a una perrita de 4kg y se lo pasó igual de bien que nosotros 4. La amabilidad de Eva ha sido magnífica, y lo atenta que ha estado siempre y con las indicaciones. Con mentalidad de poder volver a repetir.

Tuvimos una estancia maravillosa en la casa de Ethel. Desde el primer momento fue encantadora, nos recibió con una sonrisa y nos hizo un tour por su finca explicándonos todo con muchísimo cariño. La casa es muy cómoda, está decorada con mucho gusto y tiene todo lo necesario para disfrutar y descansar. Lo mejor: las vistas espectaculares a la naturaleza, con el río justo al frente, un verdadero paraíso para desconectar. Repetiríamos sin dudarlo. ¡Gracias por todo, Ethel!